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FUENTE: Charles Chaplin en "El gran dictador"

El golpe de estado que sí quieres

La dictadura de la criollada II

Hay gente que adora la plata y se mete en la política, si adora tanto la plata que se meta en el comercio, la industria, que haga lo que quiera, no es pecado, pero la política es ara servirle a la gente

José Mujica

Publicado: 2016-03-23

La segunda parte de la serie “La dictadura de la democracia” estaba reservada para analizar la historia reciente, pero la coyuntura política hace imposible que le podamos prestar atención a hechos pasados, por más relevantes que puedan ser. Nunca han sido tan vigentes las frases como: “en el Perú uno nunca se aburre”, o que “la política es un circo”. Dicho esto, anuncio que la columna de la historia política reciente vendrá luego de la primera vuelta (cuanto menos). 

De todas formas, esto no quita que podemos hablar de temas actuales que son aplicables a lo que he denominado como “La dictadura de la criollada”: La guerra psicológica entre la derecha y la izquierda en el Perú.

Vi un post en redes sociales en los cuales se veía a los tres mayores representantes de la izquierda peruana con comentarios descalificándolos [esto fue hecho por el APRA, y lo sabes]. En estos estaban: Susana Villarán y Ollanta Humala, y luego agregan a dos candidatos a la presidencia: Alfredo Barnechea y Verónica Mendoza.


FUENTE: FACEBOOK Y EL APRA


ANALICEMOS A LA IZQUIERDA [Insertar hoz y martillo aquí]

Es curioso cómo se repite en los medios que la izquierda no tiene fuerza en nuestro país, pero al mismo tiempo tenemos representantes en altos cargos elegidos por la sociedad. Y si bien eso se explica porque al peruano no le importan mucho las ideologías, también nos dice que las campañas “anti-caviares” y “anti-rojos” no tienen la fuerza que creen tener. Y es que para alguien de derecha, la izquierda siempre será una minoría aunque la realidad demuestre lo contrario. [Una patada justo en los Mariáteguis].

En los últimos años hemos tenido a líderes de izquierda elegidos por la mayoría: Susana Villarán y Ollanta Humala. Si ponemos de lado las ideologías y los prejuicios, hay cosas muy buenas que han hecho (y también malas). Ollanta Humala -Presidente de la República- ha tenido un gobierno torpe pero que ha implementado programas sociales que eran necesarios para avanzar en el camino de la reconciliación nacional. No ha sido una gran transformación y hay graves falencias en temas económicos, pero no ha sido el desastre chavista que los gurús de la derecha pronosticaron. Por lo tanto quedó confirmado que hubo una campaña en su contra basada en mentiras. Además, antes de la toma de gobierno se vio por primera vez cómo los perdedores exigieron que los ganadores se comprometan a gobernar bajo ciertas condiciones (inaudito). Si perjuicio de eso, los escándalos de las agendas de la primera dama sirven de augurio que hay noticias para rato, por más que no se encuentra delito claro en estas.

Por otro lado, Susana Villarán entró a la Municipalidad de Lima pues se pedían cambios estructurales, pero al entrar cometió el error de investigar a la gestión anterior la cual le devolvió el favor y empezó una campaña en su contra que casi le cuesta una revocación y puso demasiadas trabas a su gobierno. Jamás hemos visto tantos recursos puestos en desprestigiar a una persona, al punto que muchos de quienes leen estas líneas estarán pensando en una Susana inepta y vaga, cuando las cifras en ejecución de obras y proyectos dicen lo contrario. Tuvo otros tantos errores graves en comunicación y publicidad, planeamiento, manejo de concursos públicos, etc. Pero anticipo opinión diciendo que prefiero un gobernante que cometa ese tipo de errores, al “roba pero hace obra”. Finalmente, Susana sí nos dejó una mejor Lima enfrentando a los transportistas y al mercado mayorista.


ANALICEMOS A LA DERECHA [Insertar foto de Donald Trump aquí]

Tenemos como representantes de esta corriente: Luis Castañeda, Alejandro Toledo, y Alan García (Bonus Track: Alberto Fujimori). Qué increíble trío, de sólo escribirlo pienso que estoy mencionando una banda delictiva. Y es que si hay personajes de los cuales podemos escribir libros enteros sobre falta de valores y corrupción, definitivamente son estos tres. Con estos representantes de la derecha peruana tendríamos argumentos suficientes como para decir que la derecha funciona, pero está plagada de corrupción, lobbies y clientelismo.

Toledo aprovechó la coyuntura y su imagen de salvador de la democracia para salir elegido, y muchos creemos que lo tenía bien merecido. Estabilizó el país y permitió el enrumbe económico. No obstante eso, Ecoteva y otros casos de similar naturaleza enturbian su persona, y no olvidemos las mentiras casi patológicas que lo caracterizan. Alan García tiene demasiados temas pendientes con la justicia (Narcoindultos, sobornos, petroaudios, etc), pero también tiene demasiada experiencia en evadir las investigaciones y cuando está acorralado sabe hacer un amague para que otro pague sus culpas. Un genio del mal. Entre sus grandes aportes a la economía están los proyectos de Inversión público-privada, que no es más que un sistema para que sea el privado el que construya proyectos de interés público con mega-coimas bajo la mesa, pero como es dinero privado, el control es casi nulo. Luego está Luis Castañeda Lossio (primo de Belaúnde Lossio, en prisión preventiva por lavado de activos), no sólo hay increíbles ejemplos de corrupción, sino que lo hace con la venia de la ciudadanía limeña que votó por el “roba pero hace obra”. No gastaré líneas en este personaje subsumido en intereses alternos (para muestra, un Comunicore), que además ha empezado su nuevo mandato con escándalos, autoritarismo y desaciertos más graves con los que a Susana Villarán la hubiesen crucificado en la plaza mayor (como el bypass de la Av. 28 de Julio, pintar la ciudad de amarillo incluyendo murales artísticos y el circuito de playas, entre otros). Además, estos tres políticos han gobernado acompañados por un sistemático asalto de las oficinas públicas, en donde uno entra con el carnet del partido y te vas por no tenerlo.


ANALICEMOS EL CENTRO

Esta posición ideológica es más pragmática y se amolda a políticas de ambos lados. Se puede confundir con indecisión pero la experiencia nos dice que no es una mala idea. Los representantes de esto han sido: Valentín Paniagua y Alberto Andrade. Lo más agradable de esto es que sus nombres aún causan simpatía en la gente, tanto por logros políticos como por valor ético y moral. Han tenido errores, pero el balance es más que positivo y no hay ningún escándalo de corrupción.


LA DICTADURA DE LA CRIOLLADA II

No trato de hacer un análisis completamente objetivo, ni enunciar todos los aciertos y fracasos de cada político; pero sí de enfatizar en que si bien la izquierda tiene representantes deplorables en nuestra región, la derecha también los tiene aquí, y posiblemente en el centro encontraremos de todo. Lo importante es saber que las ideologías son la forma con la cual buscamos un mejor país con una determinada visión. No tiene valores morales intrínsecos que nos permitan hacer una valoración. Por ejemplo, José Mujica –ex presidente de Uruguay- es alguien a quien uno respeta sin importar si eres o no de izquierda, por lo tanto es un magno representante de la política, no sólo de su corriente ideológica. Porque hay un José Mujica (por utilizar a un personaje externo a nuestro país), podemos decir que hay buenos políticos de derecha, de izquierda o de centro.

Sin embargo, como analizo en la columna anterior (La mochila de Guzmán, primera parte de “La dictadura de la criollada”), existe una necesidad como país de tener a un Presidente de la República que sea ejemplo de ética y moral. Hemos hecho lo contrario a esto y estamos polarizando el país y creando una sociedad sin valores; no sólo por ver la corrupción, sino por ver cómo no se castiga. Luego nosotros vemos esto como válido y lo elegimos (“roba pero hace obra”), porque nosotros hacemos lo propio (coimeamos al policía, le sacamos la vuelta a la ley, o peor).


EL GOLPE DE ESTADO

¿No sería genial que el 10 de abril sea una fiesta democrática?, te propongo que seas la diferencia. Si crees en los valores, deja a un lado el tema ideológico y vota por una persona ética. No estoy dándote un nombre pues hay varios que cumplen esas características (para Presidente y para congresista). Hagamos nosotros un golpe de estado a “la criollada” que está enquistada en nuestro país. Pero lo más importante, sé un fiscalizador justo de quienes gobiernen, pero sobre todo sé una persona correcta, pues eso también hace la diferencia… y mucha.

El primer paso para este golpe de estado civil contra la “criollada” pasa por crear empatía, lo cual nos hace mejores ciudadanos. Entonces yo te pregunto, ¿te gustaría ser miembro de mesa?, ¿por qué no le llevas algo a los miembros de tu mesa de votación?: Un jugo de fruta, unas galletas, o al menos una sonrisa y un “muchas gracias”. Si luego lo posteas en el Facebook, ya eso te convierte en un activista por un mejor país. Y si permites que tus hijos participen de esto, estás creando mejores ciudadanos.

Recuerda: Tú haces la diferencia en dos momentos: el día en que vas a votar, y todos los demás días del año. Ya queda en tus manos, en tu voto, y en tu día a día. El mundo (y el Perú) se cambia con pequeños actos de bondad. ¿Romántico? Mucho.


PUBLICACIONES ANTERIORES

La mochila de Guzmán, primera parte de “La dictadura de la criollada”


Escrito por

Alessandro Strobbe Recoba

Bachiller en derecho de la UL, amante del Perú, consumidor exigente, empresario, Dj amateur, y coleccionista de autos clásicos.


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